Mediar
es algo que llevamos haciendo desde que el hombre es hombre. De manera informal,
cada día participamos en conflictos y nos encontramos argumentando nuestra postura,
ayudando a otros a que se expliquen, escuchando versiones ajenas.
Si
es un proceso natural, dejemos que ocurra con más asiduidad. No por formalizar procesos,
legitimarlos o normativizarlos, se pierde ese matiz innato, sigue siendo una práctica
inherente al ser humano.
Cierto
es que estamos en un momento social en el que el entendimiento no es lo más
predominante, las críticas y juicios se han convertido en un hábito, incluso
televisivo, con este medio es complicado competir. Pero yo confío en las
personas, en su esencia, y en esa pureza se encuentra la inocencia y las ganas
de empatizar con el otro, de conectar emociones, porque en el fondo lo estamos
deseando.
Considero
que hay personas más capaces que otras de sacar lo mejor del ser humano en
situaciones complejas, no debería ser necesario publicitarlo, ni venderlo,
sería precioso que simplemente confiásemos en estas capacidades, llevan con
nosotros siempre.
Pero
hoy es necesaria la difusión de la figura. Y eso asusta a la opinión pública,
muchas personas miran la profesión con desconfianza, como una novedad
lucrativa. Animo al lector a reflexionar: cómo prefiero que mi conflicto se
solucione, por medio de una decisión externa, impositiva y coercitiva o a
través de pequeños acuerdos consensuados de todo aquello que me inquieta de
verdad, yo decido lo que me parece importante y yo planteo vías de solución.
Profesionalizar
el acto de mediar no es más que dedicarse de forma sistemática a ello, empleando
herramientas de manera efectiva y práctica. Una buena formación es importante y
también lo es poseer o desarrollar determinadas cualidades intuitivas.
Hacer
lo que uno sabe hacer y ponerlo a disposición de los demás es positivo y
tremendamente gratificante.
Confiemos
en la mediación profesional como un cauce válido de entendimiento.
Recordemos
que es voluntario, tanto iniciar un proceso como terminarlo. ¿Qué se puede
perder? ¿Y ganar?
Paloma Moreno-G Franco
(linkedin groups Mediación UNED)https://www.facebook.com/paloma.morenogalvache
https://twitter.com/paloMGF
(Fuente: planilandiablog)
Paloma en contestación a tú pregunta, creo que desde un punto de vista muy personal, todos ganamos y en el ámbito de perder, campo que me gusta poco mencionar, estaría bien que perdiésemos el miedo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Ricardo, no he tenido oportunidad de responderte antes. Perder el miedo, buena reflexión!!
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