jueves, 26 de diciembre de 2013

¿Y mediar en equipo?


Hablamos de mediación y de mediador y hacemos poca mención a la co-mediación. Yo, cada día más, confío en la visión de equipo para lograr resultados más satisfactorios y por eso quiero mencionar algunos aspectos básicos de esta figura.

Toda mediación requiere conocer varias disciplinas distintas. Es muy posible que el mediador sea capaz de dominarlas pero a veces se nos da la situación en la que no llegamos a tanto, hay materias que necesitamos consultar. Cuando el experto en dichas materias entra en juego, debe regirse por los mismos principios por los que se guía el mediador, pero no deja de ser un asesor. El co-mediador tiene otro cariz diferente, sí es un mediador y ambos comparten la función, trabajan en equipo.

equipo
¿Para qué trabajar en co-mediación? Varias razones pueden justificar esta fórmula, para apoyar a un mediador inexperto; para ofrecer equilibrio en caso de desigualdades de poder, en caso de desigualdad de género o de culturas;  para posibilitar más variedad de estrategias, técnicas y conocimientos, etc.

En realidad, trabajar en co-mediación aumenta la perspectiva y ofrece diferentes puntos de vista sobre una misma situación. Es cierto que mediar a veces puede resultar intelectualmente agotador, es precisa mucha concentración y el apoyo de otro compañero puede aliviar el efecto estresante de situaciones complejas. Podemos considerar la co-mediación como una supervisión informal que dota de calidad al proceso.
Ahora bien, es necesario que los mediados conozcan posibles desventajas del uso de esta figura, ya que puede incrementar costes, número de sesiones o duración de éstas, en ocasiones puede ocasionarse dificultad en el curso del proceso al existir competición entre profesionales.

Así pues, para que funcione el equipo es interesante que haya confianza mutua entre los mediadores, es importante poner en común algunos aspectos prácticos previamente, puede ser necesario un entrenamiento conjunto, determinar el grado de responsabilidad en el proceso (no es necesario que asuman la responsabilidad al 50% ni contribuyan de la misma forma).

Mediador y mediados, ¿os gusta esta fórmula?

Lo importante es buscar recursos para solucionar el conflicto.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Jornada Internacional de Mediación 2014: Innovación y Desarrollo / JIM´14



El Programa Modular de Mediación de la Facultad de Derecho de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), en colaboración con la Asociación Europea de Mediación (AEM), la Associazione "Mediatori Mediterranei ONLUS" y el Programa de Postgrado en Mediazione Internazionale de la Università degli studi di Cagliari, Dipartimento di Giurisprudenza (UNICA), están organizando un encuentro internacional, presencial y online, que bajo el título,  “Jornada Internacional de Mediación 2014: Innovación y Desarrollo”, tendrá lugar en Madrid los próximos 20 y 21 de Enero.

El encuentro internacional, será retransmitido en directo y en diferido, a través de los canales multimedia de la UNED digitales y analógicos y reunirá en Madrid a mediadores profesionales de la Unión Europea y a expertos en formación en esta modalidad alternativa de resolución de conflictos adscritos a los programas de postgrado de la UNED y de UNICA.

Asistirán   especialistas del mundo académico, operadores jurídicos y de conflictos de España e Italia, miembros del Consejo General del Poder Judicial de España, responsables políticos del Ministerio de Justicia de España y autoridades vinculadas al ámbito de la mediación en las Comunidades Autónomas, que abordarán diferentes aspectos relacionados con esta modalidad ADR (Alternative Dispute Resolution) en los escenarios europeo y español.

Los integrantes de los Grupos de trabajo (linkedin groups Mediación UNED) que quieran presentar alguna propuesta de proyecto o trabajo en esta convocatoria, disponen de un formulario en línea para solicitarlo, disponible en el subgrupo “Grupos de Trabajo” del Programa modular de Mediación UNED en Linkedin, también dirigiéndose a los coordinadores de los subgrupos.
 

¿Enseñamos a nuestros hij@s a gestionar los conflictos?


¿Os sentís identificad@s?

Un día cualquiera al salir del colegio:

Niño: Mamá, Pablo me ha pegado un puñetazo esta mañana en el patio

Madre: Vaya, ¿qué ha pasado?

Niño: Que es tonto, yo no le hice nada

Madre: Bueno, hijo, no hagas caso y juega con otros niños

Se me ocurre esta conversación como una forma habitual de no mirar de frente un conflicto cualquiera. Otras respuestas que escucho (y alguna vez me he encontrado yo diciendo) de la madre/padre son: "Díselo a la profesora y que no te pegue más", o "¿y no le has pegado tú a él?", o "tienes que defenderte", o "tienes que hablar con él y arreglarlo, debéis ser amigos todos".

¿Se os ocurren más respuestas? ¿Qué responderíais vosotr@s?

Vamos a ver qué podemos hacer ante una situación así que se nos da tan cotidianamente. Muchas veces, las prisas o tener que prestar atención a otro hijo nos empuja a dar la espalda al conflicto que nos está relatando tratando de suavizarlo o de no darle importancia, pero, ¡ojo!, nuestro hijo nos lo cuenta, y es importante para él. Aprender a entender una disputa hoy puede darle herramientas para el enfrentamiento próximo.

¿Qué es lo que ha pasado? Normalmente cuando indagamos en el hecho en sí acabamos descubriendo que algo ocurrió previamente y motivó la agresión de Pablo. Nos parece obvio pero seguramente a nuestro hijo se le haya escapado ese detalle, no por intención de ocultar la realidad, sino porque la percibe desde su prisma.

La mamá indaga y su hijo le cuenta más: "Pues yo le destrocé su dibujo y él me pegó". Los niños, cuanto más pequeños, tienen una capacidad asombrosa de objetivar el hecho causante del conflicto. Aprendamos de ello porque a medida que crecemos, tendemos a cargar al hecho en sí de innumerables evaluaciones y juicios de valor que emborronan y nos desconectan de lo que sucede.
 
Ante la respuesta de nuestro hijo tenemos varias opciones, yo destaco estas 2:

- Dogmatizar lo que debe o no debe hacer ("no debes destrozar su dibujo").


- Entender qué le llevó a destrozar su dibujo.

 

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Es tentador dogmatizar. Nosotros, los adultos, sabemos perfectamente que no hay que destrozar las cosas ajenas, ¿no? Pues debo decírselo.... ¿Y si indagamos un poquito más? Esto lleva tiempo y algo de paciencia pero merece la pena conocer qué es lo que motivó a nuestro hijo a destrozar algo de otra persona. Nos sorprenderá el descubrimiento... Prueba a entenderle.



Poco a poco llegamos a la raíz del asunto, podemos preguntarle por qué creyó que podía destrozar su dibujo, qué le hizo pensar que podía hacerlo sin que Pablo se enfadara y... ahí viene la motivación que casi casi se nos escapa: "Tiró su dibujo a la papelera y yo pensé que no lo quería más, así que lo recogí y decidí romperlo a cachitos para hacer nieve".
 
¡Vaya!, así que nuestro hijo ya sabía, sin dogmatizarle, que si Pablo hubiera querido conservar su dibujo, no lo habría destrozado. Pues es un gran chico, tiene sentido común, pensamos... Ellos nacen con un sentido de la justicia asombroso, dejemos que se expliquen. Antes de aleccionar, descubramos qué valor innato tienen ellos del asunto.

El motivo real del conflicto fue que nuestro hijo presupuso que Pablo no deseaba conservar su dibujo y ello le daba licencia para apropiarse de él, su razonamiento no nos parece descabellado, podemos comprender su actitud, pudo ser una interpretación o un diagnostico real. ¿Qué puede aprender de todo esto? A contrastar sus presuposiciones con Pab quería tirar su dibujo a la basura pero era demasiado para él ver cómo otro niño lo destrozaba, quizás, cambió de opinión al ver cómo se deshacía en pedacitos sin remedio alguno. Una sencilla pregunta pudo evitar el conflicto.

Está claro que ambos niños se mueven por necesidades diferentes, si les mostramos que cada cual tiene sus pretensiones podemos, con práctica, colocarles en el lugar del otro. En mi opinión nadie actúa agresivamente de forma caprichosa.

La próxima vez nuestro hijo sabrá que presuponer puede tener consecuencias indeseables y, ante la duda, preguntará a Pablo si le parece bien hacer nieve con su dibujo y... ¿por qué no? Quizás Pablo le ayude.

Por supuesto, para Pablo también sería ilustrativo conocer los argumentos de nuestro hijo.... ¿no crees?

El conflicto existe, no podemos dejar de mirarlo pero sí entenderlo.

Entenderse para quererse.

Paloma Moreno-G Franco
Mediadora Familiar, Formadora
Diplomada Gestalt, Abogada

@paloMGF
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lunes, 16 de diciembre de 2013

De mediación, lingüística y e-mediación

Desde que los filósofos griegos debatían acerca de si los conceptos, en su expresión lingüística de nombres, representaban con acierto la realidad, mucho se ha discutido sobre las denominaciones en la historia de la filosofía.

La reciente aprobación por el Consejo de Ministros del viernes 13/12/13, del Real Decreto que desarrolla determinados aspectos de la Ley de Mediación en asuntos civiles y mercantiles (conviene no perder de vista la matización), regula en detalle la figura a la que el legislador ya había dado carta de naturaleza en la ley 5/12 de Mediación, el denominado “proceso simplificado de mediación por medios electrónicos”.  El profesor Franco Conforti, uno de los pioneros en esta modalidad de mediación en España, cuestionaba -el mismo día en que se daba a conocer la noticia- si el proceso simplificado de mediación por medios electrónicos ¿es mediación?

No hacía mucho que Amparo Quintana realizaba una instantánea en la que enfocaba muy acertadamente el estado de la cuestión de las modalidades en línea de la mediación tal y como comienzan a configurarse en nuestro derecho positivo. Como la fina jurista que es, no se le escapaban algunas distorsiones que el denominado “procedimiento simplificado” de mediación electrónica –en realidad una negociación automática asistida- provoca en el plano conceptual de la naturaleza de la institución, apuntando algunas incongruencias. A Franco, lógicamente, tampoco.

En mi opinión, la utilización que en general se viene realizando del término mediación, seguramente influenciados por la concepción excesivamente amplia de su uso en el derecho anglosajón, convendría que se fuera perfilando con mayor rigor y precisión conceptual para llamar a las cosas por su nombre y evitar confusiones. La e-mediación, o mediación online y la negociación automática, asistida o no, son ambas ODR, pero la segunda no es una mediación en sentido estricto, incluso con independencia de que pueda ser asistida por personas mediadoras. 

La incorporación de las TIC a los procedimientos ADR,  sin perjuicio de que los mismos puedan desarrollarse en su totalidad o en parte, como con buen criterio permitiría la normativa española, por medios electrónicos en línea, en una visión integradora y transversal de la tecnología, supondrá que “la separación como dos aéreas distintas entre ADR & ODR, tendera a desaparecer en un futuro no muy lejano, dando paso a las ADR solas como campo de trabajo único, ya que la tecnología formara parte intrínseca de la actividad si ningún tipo de distinciones”, como pronostica Alberto Elisavetsky en su también reciente artículo, “La Resolución de Conflictos en el Siglo XXI”.

Una corriente generalizada de opinión coincide en considerar a la comediación interdisciplinaria, mediante la conducción del proceso a cargo de mediadores con diferente formación profesional de origen, como la más óptima y completa opción para desarrollar la mayoría de los procedimientos de mediación, al abrir el espectro del escenario del conflicto y reforzarlo con una visión integral cuantitativamente más rica de experiencias que aportan mayor variedad de percepciones. En mi opinión, en la medida en que podamos considerar la integración de la tecnología, en las modalidades en línea y también en las de presencialidad física “cara a cara”, como una incorporación al procedimiento de aquella -en su calidad de cuarta o quinta parte- como una comediación hibrida, en la que el mediador o mediadores se auxilian de las herramientas TIC, contextualizaremos más racionalmente su función.

Es más, la incorporación de las TICs a la mediación no solo tienen porque limitarse a los modelos experimentados hasta la fecha. El reto está en integrarlas en plataformas de fusión que puedan, además de sumar novedades tecnológicas, incorporar software específico que ofrezca soporte inteligente al mediador en aspectos como la negociación, la lectura de la imagen, la interpretación y gestión de las emociones, etc. que permitan el desarrollo del procedimiento con el auxilio de estas herramientas, con independencia de la modalidad –presencial tradicional o en línea- de la mediación, o de cualquier otro procedimiento ADR.

Los profesores Karim Benyekhlef y Nicolas Vermeys en la revista jurídica en línea “Slaw Canada’s online legal magazine”, abogan por la conceptualización de los ODR como "la integración de tecnologías de la información y de la comunicación en los procesos judiciales o extrajudiciales de resolución de conflictos", en la línea que he argumentado anteriormente, también defendida por el profesor Elisavetsky.
 

Andrés Vázquez

domingo, 15 de diciembre de 2013

No podemos no comunicar

Siempre estamos comunicando, aún cuando permanezcamos callados sentados en un rincón. Si dos personas están juntas, hay comunicación. No podemos no comunicar. Podemos no actuar pero no podemos no comunicar. Nuestro silencio habla. Nuestros gestos hablan. Nuestro movimiento o nuestra inmovilidad, hablan. Sin proferir una sola palabra podemos estar diciendo a alguien que es un idiota y que no nos interesa lo que nos cuenta, y esto, a menudo, sin que esté bajo nuestro control. Es decir, que hay que tener cuidado porque gran parte de lo que comunicamos lo hacemos involuntariamente. 


Bien, así es que estamos callados en nuestro rincón, con la mirada perdida en el infinito, en esa fiesta a la que no queríamos acudir, divagando en nuestras cosas con un vaso en la mano, pensando en qué demonios hacemos allí, y entonces se aproxima él, el idiota, y de las cien personas que pululan por allí charlando y riendo va y fija su atención en nosotros, casi mimetizados con la pared, y comienza su retahíla. Después de la sorpresa inicial y de cerciorarnos de que no se trata de un sueño sino que es real, que está ocurriendo ahora, en este universo, nos apuramos el vaso y abrimos bien los ojos y pensamos: dios santo, pero qué dice este idiota? Nos recomponemos en un intento de que estos pensamientos no se trasluzcan pero, a la vez, no podemos evitar conocer el principio de que siempre estamos comunicando, así que sonreímos, dejamos de sonreír, asentimos con la cabeza, negamos, subimos las cejas, las bajamos, querríamos permanecer impávidos para no comunicar, pero nada de eso sirve, pensamos, se va a dar cuenta, va a recibir nítidamente nuestro mensaje: pero a mí qué me cuentas, idiota?

Afortunadamente no se da cuenta porque realmente es un idiota y todo acaba en pocos minutos cuando nos derrama su cerveza encima del traje y nos sentimos agradecidos porque por fin nos podemos ir a casa a comunicar lo que nos de la gana.

Todo esto para hacer una reflexión sobre la comunicación, ya que en el proceso de mediación no hay otro puente, no hay otra herramienta para llegar a entendernos. El mediador debe estar atento a qué se comunica, quién, cómo, en qué momento. Qué hay detrás de lo que se dice. Qué hay detrás de lo que no se dice. Qué comunico yo cuando callo? Atendemos, habitualmente, a la comunicación digital y descuidamos la analógica, siendo ésta más importante pues no la controlamos en la misma forma. Cuando hay un desajuste entre ambas, percibimos que algo no va bien. Las palabras dicen algo y los gestos, el tono, la mirada, dicen otra cosa. La comunicación analógica nos delata.


José Samiñán

jueves, 12 de diciembre de 2013

La mediación paliativa: a la mar fui por naranjas



El término mediación puede englobar una pluralidad de ámbitos de actuación, pero la disparidad, alcance, consecuencias e implicaciones de cada uno en particular, son de tal magnitud que difícilmente pueden generalizarse conclusiones universales, porque lo que vale para unos no necesariamente vale para todos los demás. Con éstas misma palabras lo argumentaba en un post anterior, Mediación y dogma.”


Recientemente en un debate en la red, Mediación transformativa, un abogado sevillano, seguramente pretendiendo otro alcance, al argumentar a favor de la Escuela transformativa afirmaba: “Hay una parcela en la mediación que se nos olvida al pretender que las partes lleguen a un acuerdo Pretender. ¿quién tendría que obviar o eludir esa pretensión? ¿El mediador, las partes, todos, ninguno?

El artículo 1 de la Ley 5/12, dice: “Se entiende por mediación aquel medio de solución de controversias, cualquiera que sea su denominación, en que dos o más partes intentan voluntariamente alcanzar por sí mismas un acuerdo con la intervención de un mediador.” Subrayo: “medio de solución”, “un acuerdo”.

¿Qué se dice en una sesión informativa sobre el procedimiento de mediación? ¿A qué se le invita a las partes que mantienen una controversia “concreta”?  No solo un conflicto: una discrepancia (o varias) puntual, evaluable, computable, valorable, objetiva. ¿Es o no la mediación un posible medio/procedimiento/práctica/modalidad de resolución de conflictos?

Dependiendo del tipo de conflicto, del ámbito en que se medie, no es nada desdeñable retroceder en el avance del problema, “desescalando” la contienda, por supuesto. Avanzando en la legitimación de las posiciones de parte, consiguiendo, como también se afirmaba en él debate,  “una comprensión y entendimiento de los sentimientos del otro”. Conforme. Ya lo hemos obtenido. ¿Y después qué? ¿Vale esta técnica para cualquier ámbito de la mediación? ¿Retornamos a la vía adversarial contenciosa de los tribunales para que finalmente sea un juez el que determine la salida del “impasse”? ¿Les vale, realmente, a los mediados? Antonio, el abogado sevillano, afirmaba: son “las emociones y sentimientos los que satisfacen a los interesados”. No digo que les perjudique, pregunto si realmente era eso lo que iban buscando al acudir a la mediación, como alternativa al procedimiento judicial. Francamente, lo dudo.

Paloma, en el post anterior, “El día después, más allá de un buen acuerdo”, con buen criterio afirma: Las expectativas demasiado concretas pueden nublar realidades emergentes”. Y es qué,  no se trata tampoco de una obsesión por el acuerdo. Pero si entiendo que la consecuencia lógica que persigue quien busca una solución es encontrarla. Esencialmente la solución, algún tipo de solución, aceptable y compartida. Esa es su motivación principal para acudir al procedimiento alternativo de la mediación.
  
Cuando se demandan políticas activas de divulgación de la mediación en España como modalidad ADR, cuando se buscan iniciativas para la difusión del procedimiento, cuando cualquier persona mediadora se siente moralmente vinculado con la obligación de hacer pedagogía de la cultura de la mediación, convendría no perder de vista cual es su finalidad primera, además de todas las otras que también puedan acompañarla. Y es que, en mi opinión, la mediación “será”, se implantará,  solo en la medida que resulte eficaz y eficiente para la resolución de los conflictos concretos, objetivos y puntuales que afectan a las personas, físicas o jurídicas. La mediación “paliativa” podrá resultar eficiente, como hipotética inversión en un "mercado de futuros" potencial de solución, pero no habrá sido eficaz como resolución alternativa de disputas.

Una enfermedad se cura o no se cura, y eso no desmerece los "alivios" parciales, ni su tratamiento sintomático, incluso cuando se trata de cuidados paliativos en una enfermedad terminal. Sin alcanzar una frontera tan dramática, lo cierto es que ante la imperiosa necesidad de resolver según qué tipo de conflicto, la mediación no puede complacerse en resultar un analgésico del problema en el que las partes se han enrocado y tiene que aspirar a ser una efectiva solución del mismo. En caso contrario el jaque mate lo dará el conflicto,...con una cierta complicidad del mediador.

Será la “poética” de la mediación. Y los mediadores y mediados podrán seguir acudiendo a la mar por naranjas, como en aquellos versos populares: “A la mar fui por naranjas / cosa que la mar no tiene, / metí la mano en el agua: / la esperanza me mantiene”.  Pero si esto tiene que ser así, que -al menos- resulte la consecuencia de una decisión consciente y convenientemente informada.  

Andrés Vázquez



martes, 10 de diciembre de 2013

El día después, más allá de un buen acuerdo

La mediación es una herramienta efectiva para alcanzar acuerdos en un proceso de conflicto en el que todos ganan. Empleamos criterios sencillos: honestidad, empatía, reconocimiento, agradecimiento, conexión; creamos un clima muy especial en el que podemos llegar a comprender de forma muy concreta las necesidades de la persona con la que tenemos el conflicto. Sencillamente, llegamos a conectar.

No obstante, el paso del tiempo enfría este clima, nos devuelve a prácticas a las que estamos muy habituados: desconfianzas, juicios, egocentrismos, incomprensión... en definitiva, nos desconectamos completamente del otro y de nosotros mismos, volvemos a caer en una ceguera que nos impide conocer nuestras necesidades en cada momento y vuelven los problemas. Nos vemos incapaces de entender más allá de una mala palabra o un mal gesto. Es posible que los acuerdos adoptados los consideremos fruto de un momento utópico en el que pareció que nos dejamos llevar por un sentimiento demasiado entregado. Regresamos a la hostilidad y empezamos a incumplir sutilmente.

La mediación va más allá de un documento redactado donde se plasman los acuerdos que solucionan el conflicto, un seguimiento correcto que mantenga el clima en el que los acuerdos surgieron con naturalidad es esencial.




Citar a las partes de forma sistemática, evaluar conjuntamente el resultado de los acuerdos, verificar el motivo de los posibles incumplimientos y revisar la existencia de nuevas necesidades, son claves para un buen seguimiento mediado. La flexibilidad en el proceso permite fluir con las circunstancias que surgen, un documento demasiado rígido que no posibilite un seguimiento y revisión impide adecuarse al momento presente y no es positivo para nadie. Las expectativas demasiado concretas pueden nublar realidades emergentes. Detectar lo que es en cada momento es crucial para mantener un buen resultado en el tiempo.

Tengamos presente que conectar es lo natural.

Paloma Moreno-G Franco

Mediadora Familiar, Formadora, Diplomada Gestalt, Abogada

viernes, 6 de diciembre de 2013

La mediación como desafío a la dicotomía. Mandela, `In memoriam´


Nelson Mandela salvo su vida probablemente gracias a que su abogado George Bizos le persuadió para que cambiara su discurso en el juicio por traición de Rivonia en 1964. El ideal de una sociedad libre y democrática para todos los sudafricanos era algo por lo que Mandela estaba dispuesto a morir. Bizos, a pesar del inicial rechazo de Mandela, logró persuadirlo para que la corte del Apartheid no se escudara en el desafío de sus palabras para condenarlo a muerte y modificó su discurso: "Es un ideal que espero vivir y lograr. Pero, si es necesario, es un ideal por el cual estoy preparado para morir". Las palabras clave "si es necesario" fueron la garantía de que el juez y el régimen del apartheid serían plenamente responsables en caso de una condena a muerte, lo que dejó poco espacio para que argumentaran que Mandela buscaba el martirio. (Fuente: Times del 25/07/2013)

El escritor estadounidense F. Scott Fitzgerald cree que una prueba de inteligencia es la capacidad de mantener dos ideas opuestas en la mente al mismo tiempo, y todavía conservar la capacidad de funcionar. La Mediación desafía a los participantes a ir más allá del bien / mal, como dicotomía y apreciar la ambigüedad en su caso. En él se explica cómo Mandela fue capaz de decir dos cosas opuestas a la vez en el juicio de Rivonia: la esperanza de vivir para y la disposición a morir por el mismo ideal. En una inspección más cercana, la capacidad de mantener dos ideas opuestas en la mente forma parte de la estrategia de negociación sofisticada adoptada por Mandela cuando se negoció el fin del Apartheid 27 años después. Esto le permitió replantear el Apartheid como la prisión, no sólo de los sudafricanos negros, sino también de los sudafricanos blancos. El replanteo restablece el objetivo con el que uno ve la realidad y es una técnica utilizada a menudo por un hábil negociador y mediador para ayudar a las partes a resolver las disputas.”

Actualmente, recientes directivas de la Autoridad Nacional de Fiscalías esperan que los fiscales en Sudáfrica puedan resolver delitos menos graves por medio de la mediación, según informa el mediador Jacques Joubert en el artículo de referencia.

Sin duda, caminan tras los pasos de Mandela. A este se le atribuye una reflexión que, seguramente, encuentra toda su dimensión en la mediación de muchos conflictos: "El resentimiento es como tomar veneno y esperar a que sea tu enemigo el que muera."

Andrés Vázquez / @AlenMediaGroup


jueves, 5 de diciembre de 2013

El mapa no es el territorio.

Manida frase, pero no por ello menos interesante. Debería convertirse en un mantra para todos. Lo que uno percibe sobre la realidad no es, ciertamente, la realidad. Pensemos en esos silbatos que los perros escuchan nítidamente y nosotros, sin embargo, no registramos.




Por otro lado, lo que conseguimos comunicar sobre nuestra percepción, sobre lo que creemos que es la realidad, no es nuestra idea, nuestra percepción sobre ella. Uno habla intentando expresar sus pensamientos, pero eso no significa que al receptor le lleguen esos pensamientos tal cual. De hecho, hay muchas interferencias de todo tipo. Así que tenemos un escenario bastante complejo para entendernos con los demás: lo que veo no es la realidad y lo que expreso no es lo que veo...

Ante este panorama podría ser buena idea consensuar ciertas normas de actuación: lo primero, no hablar de la verdad, sino de cómo yo la percibo. Lo segundo, no pensar en términos de culpa, sino de contribución y de responsabilidad (en un conflicto siempre hay dos partes). Lo tercero, separar la intención del impacto; las intenciones son invisibles.

José Samiñán

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Mediación: más medios, sesión informativa obligatoria y sello de calidad

(Fuente: GEMME)

El Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación de España (GEMME), le pide al Ministro de Justicia que impulse la mediación intrajudicial y la dote de medios como la tutela judicial efectiva.

Los magistrados de GEMME han pedido al ministro que se modifique el modelo de mediación intrajudicial, de tal forma que el juez pueda tener más facultades para derivar a mediación a través de una sesión informativa obligatoria.

Han analizado la situación actual del fenómeno de la mediación en nuestro país y el próximo desarrollo reglamentario de la Ley 5/2012 de Mediación Civil y Mercantil, próximo a conocerse en los próximos días.

 “Le hemos mostrado al ministro nuestra preocupación por la calidad de la mediación. Creemos que es insuficiente la creación de un registro de mediadores para garantizar este tema”. Desde esta perspectiva poner en marcha un sello de calidad para el sector o impulsar una especie de Consejo Consultivo a nivel nacional son dos de las hipótesis que se han barajado.

(linkedin groups Mediación UNED)

(Fuente: lawyerpress)
 
 
 

lunes, 2 de diciembre de 2013

Nueva colección de códigos electrónicos del BOE



La colección Códigos Electrónicos del BOE se modifica sustancialmente el día 3 de diciembre, con el fin de mejorar la calidad del servicio. Ello supone la sustitución de algunos códigos, que hasta ahora estaban disponibles en la página, por otros nuevos.

La nueva presentación es más funcional, ofreciendo los títulos en los formatos PDF, ePUB y papel, ordenados por estantes que corresponden a las ramas del Derecho.

Coincidiendo con la puesta en marcha de la nueva estantería, se presentan los títulos que componen la colección básica del ordenamiento jurídico español:

- Código de Derecho Constitucional
- Estatutos de Autonomía
- Código de Derecho Administrativo
- Código Penal y Legislación complementaria
- Código de Legislación Social
- Código de Legislación Tributaria
- Código de Legislación Financiera
- Código de Régimen Local
- Código Civil y Legislación complementaria
- Código de Comercio y Legislación complementaria
- Código de Legislación Procesal

Asimismo se han reestructurado los títulos y los contenidos de algunos de los libros, por lo que las alertas de actualización de los códigos modificados ya no estarán operativas, y los usuarios interesados habrán de actualizar las alertas de su interés.

 
La web de Mediación HUB dispone de un enlace directo para acceder al Buscador de legislación y Servicio de BOE a la Carta, en la sección de "Legislación."

about.me/mediacionhub
(Fuente: Agencia Estatal del Boletín Oficial del Estado)

sábado, 30 de noviembre de 2013

La tercera parte

 
En las circunstancias actuales, se tiende a defender a  “capa y espada”  posiciones, ideas, preferencias…  intentando tener siempre razón, la cuestión traspasa el ámbito de la defensa a ultranza, cuando para realizar esta se ataca la posición de  otros.
 
Yo defiendo la mediación, porque  es un modo  de resolución de conflictos acorde con una sociedad que busca la paz, no entro en disquisiciones de si esa idea puede ser utópica y únicamente se encuentre en mi interior. Pero para que esta  contribuya al bienestar de la sociedad  donde vivo, debo exteriorizarla sin miedo, aunque otras personas puedan tacharme de idealista o  de poco práctico.
 
En  esta selva en la que algunos apartamos las ramas con cuidado, sin pisarlas, ni cortarlas, ni soltarlas al que nos precede, no podemos olvidar a quien va dirigido este proceso,  “a personas”. Quizás debamos pensar,  que existe la posibilidad de que  el mismo no afecte únicamente a las partes  presentes, sino que, hay  otras personas colaterales, que a simple vista las partes no ven  al centrarse únicamente en hacer prevalecer sus posiciones y que están afectadas por los resultados.
 

Esas personas no visibles  están ahí, por ejemplo, los menores  en  la mediación familiar,   que no son responsables y  si  son los grandes afectados de las decisiones de sus progenitores.  
 
Ya hace muchos años, cuando estudiaba en la escuela y nos explicaban los Diagramas de Venn, me parecía que todo se podía entender con la aplicación de esta teoría.
 
Pues bien, aplicándola podríamos hablar de dos conjuntos, uno de ellos es A (una de las partes con sus posiciones) el otro B (también con sus posiciones). Es decir en un primer momento cada uno en  su postura creyendo que gana él, y por tanto pierde el otro.
 

Con el proceso de mediación intentamos que ambas  partes cambien esas posiciones a intereses y que estos sean coincidentes. Aquí hay  una evolución y mejora de la situación inicial,  las dos partes ganan y  coinciden en intereses, aun conservando sus posiciones, pero aquí  hay una tercera parte, C, afectada por esta situación
 
Deberíamos avanzar y pensar en esta tercera parte, “visibilizarla” a  A y B, y conseguir llegar a un tercer estadio, en el cual  los intereses sean mayores,  ya que incluimos a C,  retirando las posturas, consiguiendo ganancias para A, B y también  para C, la gran olvidada.

 
Ricardo de Sosa
Mediación y Trabajo Social (linkedin groups Mediación UNED)



Con confianza



 
Mediar es algo que llevamos haciendo desde que el hombre es hombre. De manera informal, cada día participamos en conflictos y nos encontramos argumentando nuestra postura, ayudando a otros a que se expliquen, escuchando versiones ajenas.

Si es un proceso natural, dejemos que ocurra con más asiduidad. No por formalizar procesos, legitimarlos o normativizarlos, se pierde ese matiz innato, sigue siendo una práctica inherente al ser humano.

Cierto es que estamos en un momento social en el que el entendimiento no es lo más predominante, las críticas y juicios se han convertido en un hábito, incluso televisivo, con este medio es complicado competir. Pero yo confío en las personas, en su esencia, y en esa pureza se encuentra la inocencia y las ganas de empatizar con el otro, de conectar emociones, porque en el fondo lo estamos deseando.

Considero que hay personas más capaces que otras de sacar lo mejor del ser humano en situaciones complejas, no debería ser necesario publicitarlo, ni venderlo, sería precioso que simplemente confiásemos en estas capacidades, llevan con nosotros siempre.

Pero hoy es necesaria la difusión de la figura. Y eso asusta a la opinión pública, muchas personas miran la profesión con desconfianza, como una novedad lucrativa. Animo al lector a reflexionar: cómo prefiero que mi conflicto se solucione, por medio de una decisión externa, impositiva y coercitiva o a través de pequeños acuerdos consensuados de todo aquello que me inquieta de verdad, yo decido lo que me parece importante y yo planteo vías de solución.

Profesionalizar el acto de mediar no es más que dedicarse de forma sistemática a ello, empleando herramientas de manera efectiva y práctica. Una buena formación es importante y también lo es poseer o desarrollar determinadas cualidades intuitivas.

Hacer lo que uno sabe hacer y ponerlo a disposición de los demás es positivo y tremendamente gratificante.

Confiemos en la mediación profesional como un cauce válido de entendimiento.

Recordemos que es voluntario, tanto iniciar un proceso como terminarlo. ¿Qué se puede perder? ¿Y ganar?

Paloma Moreno-G Franco
(linkedin groups Mediación UNED)

https://www.facebook.com/paloma.morenogalvache
es.linkedin.com/pub/paloma-moreno-g-franco/11/b13/a82/
https://twitter.com/paloMGF

(Fuente: planilandiablog)